Marruecos 08. El país del regateo

Ya lo decían los lugareños... “Prisa mata amigo” y eso fue un poco lo que me pasó a mi. Por querer ver muchas cosas ibamos escopeteados de ciudad en ciudad sin apenas disfrutar de ellas. Esas prisas junto a algo que presuntamente comí y me sentó mal, hizo que tuviera que volver 3 días antes de lo establecido en la ruta inicial. Pero aún y así, fueron 10 dias increibles donde vivimos experiencias increibles que a mi personalmente me llenaron mucho.

Despues de despedirnos de mi niña (que hizo de chófer) en el aeropuerto de Girona, y de dos horitas de tranquilo vuelollegamos los tres piltrafillas (Pruna, Senar y un servidor) a Marrakech cuando empezaba a anochecer. Allí tuvimos el primer gran “shock” ya que cogimos un autobús que nos dejó en la plaza de Jemaa el Fna, una inmensa plaza, como 15 veces plaza Catalunya, repleta de gente, pensábamos que era fiesta mayor o algo similar pero en los dos días que pasamos en Marrakech pudimos ver que esto es lo habitual de cada día.
Marrakech, como Marruecos en general, es una ciudad llena de grandes contrastes, una pobreza extrema en su medina que se contrapone al lujo y glamour de “Pacha Marrakech” que tan solo se encuentra a unos 2 km del centro. De la inocencia de sus críos a la picardía de los más mayores. Del bullicio del centro de las ciudades a la calma y tranquilidad del desierto del Sahara...

Después de pasar dos días en Marrakech, con excursión a las cascadas del valle de Eurica incluida, contratamos una excursión de tres días y dos noches en 4x4 en la que incluía pasar una noche en el desierto del Sahara, sin duda alguna lo mejor del viaje, llegar en camello, dormir en el desierto cubierto por una manta de estrellas y ver amanecer al día siguiente NO TIENE PRECIO...




Durante estos tres días aparte de ir al desierto que fue la culminación de la excursión, también pasamos por el Valle de Eddra, Ouarzazate, Taourit, Tiggint, Skoura para acabar en el desierto de Merzouga donde dos guias de lujo, Hassan i Said (un crio de tan solo 10 años) nos lo hicieron pasar en grande sobretodo cuando se arrancaron a cantar canciones típicas de Marruecos amenizadas con una especie de jambé pero con dos tambores.


A partir de aquí 6 horas de taxi para ir a la primera de las 4 ciudades imperiales que tiene Marruecos, Fez. Fez es una gran ciudad con una Medina realmente grande, asombrosa y laberíntica, donde salir de allí por tu propio pie es casi misión imposible. Un dato curioso es que en Fez se creó la primera universidad del mundo... nunca lo hubiera dicho.
Desde la terraza de unos vecinos de la Medina (previo pago por supuesto) pudimos ver una de las cosas más asombrosas de la ciudad, una especie de tintorería de pieles situada en el corazón de la Medina y donde trabajan muchos ciudadanos.. Las vistas son geniales. Fez se merecía haber pasado más días ya que contiene muchas cosas de interes turístico pero después de dos noches, nuestro frenético viaje tenia que continuar.

La siguiente parada, después de otras 3 horas de autobús, fue un pueblecito de montaña en pleno Atlas, Chefchaouen, un pueblecito acogedor con gente muy afable y unas subidas... increíbles. Este es un pueblo muy pintoresco donde todas las viviendas están pintadas de color azul cielo lo que le da un toque muy peculiar. Por si a alguien le interesa, decir que el 95% de la plantación de los pueblos del Rif es “Maria”, la mayoría de sus vecinos viven de la venta de esta sustancia. Nosotros nos alojamos en un acogedor hostal, “el Gernica” que lo llevan unos hermanos vascos.

Del atlas nos dirigimos a la zona norte de Marruecos, aquí tengo que hacer un inciso para todo aquel que quiera viajar a Marruecos y moverse con transporte público... no cojáis un autobús que no sea de la empresa CTM, la única que tiene aire acondicinado y autobuses relativamente nuevos. Nosotros hicimos el trayecto de Chefchaouen a Tetuán con una compañía de cuyo nombre no quiero acordarme y... horrible... 43 grados centígrados, un autobús repleto de gente, no solo en los asientos sino también en todo el pasillo, sin aire a condicionado y un olor... en fin que si queréis ir en autobús coger CTM.

La ruta por la zona norte de Marruecos empezó con un poco de stress, cosa reinante en todo el viaje, ya que nos presentamos en Tetuán a las 17:00 de la tarde sin reservar hotel y... efectivamente todos los hoteles de Tetuán estaban llenos, así que después de regatear duramente con los taxistas, llegamos a ser unos cracks del regateo e incluso provocando durante la estancia un par de peleas entre taxistas, y hacer un par de fotos, llegamos a Tánger, una ciudad costera muy parecida a cualquier ciudad europea donde nos sorprendió la gran cantidad de gente que circulaba por sus calles. Allí pasamos una noche de concierto en la playa, jugamos un torneo de voley playa (Catalunya- Marroc) con victoria catalana por 2 sets a 1 y nos dimos unos bañitos. Aquí empezó mi calvario particular porque fue donde empecé a encontrarme mal...

Del bullicio de Tánger pasamos a un pueblecito de costa muy tranquilo, Asilah. Este es el típico pueblecito de costa donde pasar un mes de vacaciones, con una playa muy bonita, una muralla portuguesa donde ver la puesta de sol es un auténtico espectáculo, una plaza típica de pueblecito y unas calles llenas de tiendecitas por donde dar largos paseos.

Ya solo nos quedaba bajar por la costa marroquí para ver Meknès, Rabat y Casablanca, pero yo me puse bastante malo, pasé tres días que no retenía en mi cuerpo nada de lo que comía pasando una noche horrible, con fiebres altas, temblores, diarreas, vómitos... y decidí poner punto y final a mi viaje, porque además allí me era imposible hacer dieta, así que me cogí un taxi (no sin hacer que se pelearan los taxistas... “que grandes somos”) dirección a Fez y me volví para casita, que como en casa no hay nada!!!



En definitiva, un gran viaje, con un final un poco...”feo”, pero la verdad que todo lo que vimos y vivimos allí me encantó, creo que Marruecos podría ser un destino fenomenal para veranear si no fuera por la suciedad extrema de sus calles, en muchas ciudades no hay una sola papelera...


Recomendaciones varias:

Preparate para regatear, sino estás perdido...

No bebas agua que no sea embotellada, ni comas productos lavados con agua.

Aunque no sepas donde vas... disimula como si estuvieras seguro de tu destino y como llegar, si no, los falsos guías se te echan encima en busca de unos Dirhams (moneda magrebí).

10 Dirhams = 1 euro aprox.

No cojas ningún autobús que no sea de la empresa CTM, son los únicos con aire acondicionado y un poco decentes.






Frases míticas del viaje:

Prisa mata!!!

Cuanto quieres pagar???

Guarda esto amigo, que no es patata!!!

Perdona??? Ets un nazi!!!


Estas son solo algunas de las más de 1.000 fotos que hizimos. En unos días podreis encontrar una recopilación de fotos del viaje en:
http://picasaweb.google.es/IvanMontornes

6 comentaris:

Anònim ha dit...

Que bo, si senyor!
Buff, va ser molt grande, jo a estic gairabé acabant d'enllestir les fotos, de qui poc em baixo el hofmann i em faig el pedazo album i després fardem davant de la penya. xD

Fins dilluns a la tarda!

Anònim ha dit...

Ayyy amigo Ivan...
Muy bueno el resumen! Suerte del catalan, xque los niños son mas listos que el hambre!
Marc, d'on trueras el temps per fer el hofmann???
jajaja.
Sahaa!

Senar

Anònim ha dit...

Se podria resumir, que Marruecos, es el pais donde existe una perfecta harmonia entre vida y la mierda.

Esto no son patatas! ;)

Anònim ha dit...

Toda una experiencia eh! Muy bien explicado, los detalles, por eso, cara a cara! ;P

Anònim ha dit...

un petó als tres! a uno de ellos más petó que a otros, jeje

Lali Vidal ha dit...

hola hola!!!!
tb he acabat fent-me un blog! jajaja

a veure si ens veiem aviat eh!

un peto